Bina (como la llaman todos) es la mayor de nueve hermanos y hermanas, que casi ocupa el lugar de su madre, quien, junto con su abuela, estaban enfermas.
Pronto se matriculó en la Acción Católica. Responsable diocesana de los niños de la Acción Católica, servicio que desempeñó durante veintisiete años, fue al mismo tiempo presidenta diocesana del Juventudes femeninas. En 1913 fundó la Orden Carmelita Descalza Seglar y la dirigió como Priora hasta su muerte. Dio vida al oratorio del Sagrado Corazón, en el que participó entre otros personajes como Aldo Moro, donde maduraron numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas. En 1928 fundó la Unitalsi (Organización para la peregrinación de enfermos a los santuarios marianos, especialmente Lourdes) en Apulia. Es la delegada regional de las Obras Misionales Pontificias.
Durante su actividad como catequista, que duró cincuenta años, Isabel "apoyó de manera maravillosa la labor de los sacerdotes y entregó a sus alumnos pensamientos eucarísticos y bíblicos que sólo una persona inspirada podría producir, dada su preparación cultural autodidacta".
El proceso diocesano sobre su "vida, virtud y reputación de santidad" se cerró el 9 de diciembre de 2006.