Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900.
En la pila bautismal la llamaron Juana Enriqueta Josefina de los Sagrados Corazones Fernández Solar. Se la llamaba familiarmente, y aún hoy se la conoce como Juanita. Vivió su infancia con normalidad en el seno de su familia: sus padres, Miguel Fernández y Lucía Solar; tres hermanos y dos hermanas; su abuelo materno, tíos, tías y primos. La familia gozaba de una buena posición económica y conservaba auténticamente la fe cristiana, viviéndola con sinceridad y perseverancia.
Juana recibió su educación en el colegio de las Hermanas del Sagrado Corazón. Su corta pero intensa historia transcurrió entre la vida escolar y familiar. A los 14 años, inspirada por Dios, decidió consagrarse a Él como religiosa, específicamente como Carmelita Descalza.
Su deseo se hizo realidad el 7 de mayo de 1919, cuando ingresó al pequeño monasterio del Espíritu Santo, en Los Andes, a unos 90 km de Santiago. El 14 de octubre del mismo año tomó el hábito de Carmelita, comenzando el noviciado con el nombre de Teresa de Jesús. Hacía tiempo que sabía que moriría joven: el Señor se lo había revelado. Ella misma se lo contó a su confesor un mes antes de morir.
Acogió esta realidad con alegría, serenidad y confianza, segura de que en la eternidad continuaría su misión: hacer conocer y amar a Dios.
Después de muchos sufrimientos internos e indecibles sufrimientos físicos, causados por un violento ataque de tifus que consumió su vida, pasó de este mundo al Padre la tarde del 12 de abril de 1920. Había recibido los sacramentos con gran fervor y el 7 de abril emitió la profesión religiosa "in articulo mortis". Aún le quedaban 3 meses para cumplir 20 años y 6 meses para terminar su noviciado canónico y poder pronunciar su profesión religiosa. Murió como novicia Carmelita Descalza.
La ceremonia de beatificación se llevó a cabo el 3 de abril de 1987. La solemne ceremonia de canonización el 21 de marzo de 1993.






